martes, 15 de diciembre de 2009

tengo y traigo.

Tengo entremanos un plan para que dejes de llorar. Tengo en el medio de la mente alguna triquiñuela para sacarte de la cama, o meterme en ella. Traigo desde el techo un par de mensajes de paz y rencor para que leas y reflexiones. Para que desnudes tu mente, mientras te bajo los pantalones, traigo las ganas de contarte cómo es el mundo de afuera. Traigo las suelas gastadas de los pasos que dejé atrás, llevo en ellas el sello de cada baldosa y el asfalto que gritó bajo mis dedos.
Traigo en la cabeza una pila de tormentas acumuladas, rotadas entre cables que me electrocutan cuando quiero caminar más de tres pasos al hilo. Pero no para de pasar que no son nada mientras estoy hablando, existen antes o después, pero jamás interrumpen alguna palabra que esté diciendo. La electricidad entiende de buenas costumbres.
Tengo para vos más de cuatrocientas historias poco interesantes con moraleja viva y clara, y unos para de entretenimientos, que casi siempre te van a explicar lo contrario de lo que te dice la tele y las verdades universales.
Vengo a sacarte los grises y las novelas, de alguna manera u otra, subirte a mi carro y pisar más kilómetros que los que habrá pisado Dios en sus primeros días en la tierra. Tengo una cama doble plaza, que desde que fue hecha quiso ser alfombra voladora, y con vos y conmigo puede llegar más lejos que conmigo y un par de caballos que tiran de las puntas.
Tengo monstruos debajo de la heladera y muertos adentro. Tengo conservados mis crímenes bien congelados pero no olvidados. Te traigo un prontuario cerrado para que lidies con él y trates de entender por qué sí cuando sí y por qué no cuando no.
Traigo una serie de pensamientos que muchas veces desconectan mi cara y no dejan que me intercomunique con el resto de mundo. Y no es que esté tratando de ser antipático, simplemente es que no sé cómo reaccionar. Exactamente, hablo de la electricidad y la tormenta.
Traigo en los hombros un par de maldiciones desde la cuna y alguna que otra bendición que aprendí a generar con mis manos. Tengo entre las sienes algunos planes para conquistar el mundo, y busco compañía para concretarlas. Por supuesto, tengo un par de buenas yantas para que cuando quiera salir corriendo no me moleste el calzado.
Entre las muelas traigo siempre algunas contradicciones hechas saliva, para escupirlas en cuanto me muestres medio gramo de espacio. Y cuando te bese, me gustaría dejártelas un poco a vos, y que las mastiques unos pocos minutos al menos.


Es esta la cara más concreta de mis pensamientos, y alguna parte de algún colgajo que no tuvo oportunidad de florecer.

3 comentarios:

.pau dijo...

yo quiero conquistar el mundo con vos.

Javier dijo...

somos dos...

Unknown dijo...

muy bien tus colores.
blogspot se convierte en el nuevo faceboook.
creo que podés aprovechar para ir transcribiendo todos tus escritos, que igual todos vamos a coincidir en que son mejores cuando los leés vos.